No hay duda de que estudiar en casa y no tener que levantarse temprano, pasar frío y dejar de tomar una micro o caminar para llegar al colegio es una idea muy atrayente. Y cuando los padres piensan en dejar de comprar un uniforme escolar, no tener que ir a dejar y buscar a sus hijos al colegio o dejar de asistir a aburridas reuniones de apoderados, también se entusiasman con la idea de poner a sus hijos en exámenes libres ¿Pero es todo color de rosa? ¿A qué desafíos se enfrentan los alumnos y padres?
Lo primero que hay que aclarar es que el sistema de exámenes libres no es sinónimo de dejar de estudiar, por lo que el primer desafío para padres y alumnos es no asumir que ya no tendrán que estudiar diligentemente y que con un examen a fin de año pasarán de curso, pensar así nos condenaría al fracaso.
Los padres que tienen o han tenido a sus hijos en este sistema reconocen que puede haber un relajo por ambas partes, sobre todo si ambos padres trabajan y si el alumno no es muy bueno para los estudios.
Para quienes tienen los recursos para un profesor particular, encontrar uno idóneo que “haga migas” con el alumno no deja de ser una preocupación. Otra inquietud que enfrentan tanto padres y alumnos es la pregunta ¿Estoy bien preparado para los exámenes de fin de año? ¿he estudiado las materias correctas?
No cabe duda de que el sistema de exámenes libres requiere compromiso, constancia y entusiasmo tanto de los padres cómo de los alumnos para no morir en el intento
¿A qué desafíos se ha enfrentado usted? Plataforma Educativa AlumnoLibre.cl